En 1970, el biólogo británico John Maynard Smith ideó un sencillo juego de palabras que describe uno de los problemas más complejos que existen. La evolución de las proteínas, las máquinas moleculares que realizan todas las funciones de la vida, sería comparable a la distancia entre dos palabras de cuatro letras, cambiando una sola letra cada vez. Por ejemplo: para llegar de mito a rayo en el mínimo número de pasos, se pasa por rito y rato; dejando de lado palabros como raho, que serían desechados por la mejora evolutiva.
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