“Es una innovación tremenda, yo también flipé”. “Suena mucho más natural que la mayoría de programas similares”. “Ha aprendido de forma intuitiva a mantener conversaciones sobre casi cualquier tema”. Estas son algunas de las primeras opiniones de expertos en inteligencia artificial (IA) sobre ChatGPT publicadas en este periódico. La herramienta tardó pocos días en deslumbrar tanto a profesionales como a legos en la materia, que compartían en redes sociales fragmentos de sus conversaciones con el bot. De repente, cualquiera con conexión a internet podía chatear con una máquina que ofrecía respuestas coherentes y bien escritas, aunque no siempre ciertas. Para muchos, la sensación era la de estar hablando con alguien, no con algo. Este sábado se cumplen dos años del lanzamiento de ChatGPT, que supuso la presentación en sociedad de la IA generativa, la que produce contenidos supuestamente originales a partir de instrucciones humanas.
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