Las autoridades españolas han desplegado un amplio equipo de vigilancia para monitorizar la frontera territorial entre España y Marruecos, incluyendo drones, cámaras térmicas e iluminadores láser en Ceuta y Melilla, donde todavía está pendiente la implantación de sistemas de reconocimiento facial. En las Islas Canarias, el foco se pone más en cámaras electroópticas y sistemas de inteligencia artificial (IA) para distinguir embarcaciones “sospechosas”, aunque también se usan tecnologías biométricas para tratar de identificar a los migrantes que no aportan información personal. Así lo revela un informe realizado por las asociaciones AlgoRace y EuroMed Rights que se presenta este viernes y que examina el uso de la tecnología en las fronteras.
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