La industria es una devoradora de recursos, algunos tan escasos como el agua y los combustibles fósiles, y contaminante. Sin embargo, convertir una fábrica en un centro independiente energéticamente, sin emisiones de CO₂ y que devuelva a los cauces el equivalente al suministro utilizado es posible y rentable. Fue la propuesta del doctor en física y catedrático de termodinámica de la Universidad de Sevilla Valeriano Ruiz hace cinco años. Hoy, el sueño de este referente en el sector de las energías limpias, al que no sobrevivió (falleció en 2021), es una realidad y un modelo tecnológico: la mayor planta termosolar industrial de Europa, instalada por la compañía Engie en la fábrica de cerveza de la multinacional Heineken en Sevilla.
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