La era de la inteligencia artificial (IA) generativa está cambiando el mundo, tanto en sentido figurado como literal. El consumo energético y de agua de las grandes tecnológicas, principales desarrolladoras de esta tecnología, así como sus emisiones de carbono, se han disparado en los últimos años. Y las proyecciones muestran que la tendencia no variará. Aunque ninguna compañía dice oficialmente que ese incremento obedezca a la irrupción de la IA, los números muestran un salto importante en 2022, el año en que OpenAI lanzó ChatGPT e inauguró la carrera de la IA generativa.
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