A Marc Serramià (Barcelona, 30 años) le preocupa que la vertiginosa irrupción de la inteligencia artificial (IA) en nuestras vidas no venga acompañada de un debate serio sobre los riesgos que implica esta tecnología. Ante los dilemas éticos que plantea, Serramià ha decidido centrar su investigación en el desarrollo de técnicas “para controlar que el comportamiento de estos sistemas sea consistente con los valores humanos y las normas sociales”. Su trabajo le valió el Premio de la Sociedad Científica Informática de España y la Fundación BBVA, que cada año distingue a jóvenes investigadores que firmen tesis doctorales innovadoras.
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