OpenAI hizo virar la industria tecnológica de forma vertiginosa cuando lanzó al público su bot conversacional ChatGPT. El hecho de que podamos conversar en lenguaje natural con un chatbot y obtener sorprendentes respuestas sobre prácticamente cualquier tema es un producto demasiado atractivo para el público como para que las empresas dejen escapar la oportunidad. Por ello mismo, durante este año hemos visto otras alternativas como Google Bard o Bing Chat, siendo esta última una herramienta basada en el modelo de lenguaje de OpenAI.
Esto hace que Estados Unidos se sitúe a la vanguardia de las herramientas basadas en inteligencia artificial, un sector que parece que tomará cada vez más relevancia en el presente y futuro, ya que las posibilidades son inmensas. No obstante, no son pocos los que se preguntan cuál iba a ser la respuesta de China ante tal innovación tecnológica.
Ernite Bot y otras alternativas a ChatGPT que comienzan su carrera en China
La respuesta la conocimos hace unos pocos meses, cuando el gigante Baidu presentó a todo el mundo Ernie Bot, el chatbot que por ahora más cerca se encuentra de comenzar una rivalidad con ChatGPT y el dominio de esta industria. Sus resultados todavía no son muy esperanzadores, pero sí ha supuesto el despertar de muchas otras empresas chinas que ya están sumidas en el desarrollo de sus propias alternativas.
Como decíamos, Ernie Bot es la alternativa más cercana a ChatGPT en China. En este país, prácticamente todas las tecnologías estadounidenses están vetadas, por lo que la única forma de acceder a ellas es por medio de una VPN. Además, en China, las leyes en torno al uso de chatbots y herramientas basadas en inteligencia artificial no han sido modificadas hasta hace pocos meses.
Hasta hace un tiempo, las autoridades en China restringían al público utilizar toda clase de chatbots. En el gobierno de Xi Jinping, la seguridad integral de la sociedad prima sobre cualquier otra consideración, incluyendo innovación tecnológica y crecimiento económico. Y como suele ser habitual en dicho país, cualquier herramienta o mecanismo debe ser revisado por el gobierno para no “influir en la opinión pública”.
En este sentido también se encuentran los chatbots. Y es que no ha sido hasta este verano cuando China desarrolló nuevas leyes para dar libre acceso de estas herramientas a los usuarios siempre y cuando todos los algoritmos sean revisados por las autoridades. Es por ello que no ha sido hasta el pasado mes de agosto cuando los usuarios en China han podido utilizar chatbots procedentes del mismo país, como es el caso de Ernie Bot.
Aunque la empresa afirmaba que sus características generales no eran “en ningún sentido inferiores” a GPT-4, lo cierto es que el chatbot dispone de ciertas limitaciones, sobre todo a la hora de preguntarle sobre ciertos temas relacionados con la política o sucesos sociales y económicos que han involucrado al país.
“Change the topic and start again,” (Cambia de tema y empieza de nuevo) es la respuesta obtenida por Matthias Sander, periodista en NZZ, al preguntarle a Ernie sobre la veracidad de la destrucción estimada de unas 8.500 mezquitas en Xinjiang entre 2017 y 2020 según el New York Times.
Sin embargo, el chatbot de Baidu no es el único en haber aterrizado al país. La compañía iFlytek también presentó hace unos meses su modelo de lenguaje denominado Spark Desk. Sin embargo, durante el proceso de registro de este tipo de herramientas, los usuarios pueden ser testigos de las barreras que no deben cruzar cuando las utilizan en China. Según cuenta Sander, iFlytek, por ejemplo, exige a los usuarios que garanticen que el contenido que introducen “se corresponde con los valores básicos del socialismo”.
Básicamente, hacen recaer al usuario toda la responsabilidad acerca del uso de este tipo de chatbots y además se prohíben los contenidos que “atenten contra el poder del Estado y la unidad nacional”.
El hecho de que el gobierno tenga total control sobre estas herramientas hace que las respuestas puedan estar mucho más sesgadas, algo a lo que los usuarios en China están acostumbrados debido al gran cortafuegos y a las restricciones de contenido en Internet.
Los gigantes Tencent y Alibaba tampoco se han quedado de manos cruzadas. Y es que una vez que el gobierno dio luz verde al uso de chatbots por parte de los usuarios, estas empresas también han comenzado a mover ficha. Para ello han invertido en la empresa Zhipu AI, quienes llevan desde 2019 desarrollando su propio modelo de lenguaje, ChatGLM.
Sin embargo, ambas empresas también disponen de su propio bot conversacional. En el caso de Alibaba, tienen a Tongyi Qianwen, mientras que Tencent cuenta con Zhinao, que en chino significa “cerebro inteligente”.
China lo tiene difícil si quiere lanzar un chatbot que rivalice con ChatGPT si aplica las mismas restricciones de su producto en su país que a nivel global. De momento todavía no parece haber claros contendientes, pero merecerá la pena echarle un ojo al panorama de aquí a unos meses para conocer cómo evolucionan sus tecnologías.
Imagen | Baidu
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