Mark Zuckerberg olió sangre cuando Elon Musk se hizo con Twitter. El cofundador de Tesla y SpaceX cambió el alegre pajarito azul por una X negra, una mutación que sirve también como metáfora de aquello en lo que se ha convertido la plataforma. Musk echó al 80% de la plantilla y ha seguido una errática gestión que ha dejado tocada la calidad de la red social. Zuck supo leer el descontento de muchos tuiteros y decidió tratar de capitalizarlo desde Meta. Así nació Threads, disponible desde julio en Estados Unidos. A Europa llegó hace dos semanas.
La red social con la que Mark Zuckerberg quiere sustituir a X tiene mejor moderación y control de contenidos, pero le falta frescura y algo básico: lograr atraer a los tuiteros
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