Esther Ginés, profesora y madre de un joven de 14 años de Tarragona, estaba mirando las noticias en Twitter/X cuando vio un artículo sobre padres que se organizaban en chats para retrasar la edad del primer móvil de sus hijos: “Me sorprendió y busqué la plataforma en Telegram; como docente debo estar al día de lo que pasa”, dice Ginés. El grupo se llamaba, en catalán, Adolescencia libre de móviles. Ese día había ya 3.500 personas, y escribió: “Como iniciativa está bien para crear conciencia, pero el móvil no es un enemigo sino un aliado, la clave es la educación”.
Un chat de Barcelona ha creado un ‘tsunami’ nacional para retrasar la edad del primer móvil, pero otros padres creen que prohibir no es el camino: “Educar lleva trabajo”
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