“Todo el mundo sabe que las condiciones de trabajo en las Big Four son muy duras, pero la gente quiere entrar porque dan mucha visibilidad a un CV para buscar futuros empleos”. Esto explica un hombre que lleva años dentro de KPMG (de baja por el estrés, cuando Genbeta lo entrevistó, que llegó a generar tras tanto tiempo echando muchas horas diarias en la oficina para cumplir los plazos).
No es que todo el mundo sepa lo que hay, es que es el mercado el que fomenta que las condiciones laborales sean duras, agotadoras y no siempre bien pagadas.
Lo podemos llamar Luis. Genbeta tuvo una larga conversación con Luis, que nos contactó directamente con la intención de hablar de cómo funcionan las dinámicas dentro de las Big Four (Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG)que el gobierno ha estado investigando, tras la macrorredada que realizó el Ministerio de Trabajo el pasado año. El Ministerio de trabajo quiere luchar contra las tan comunes horas extra en España y su acción contra las Big Four le sirvió para mostrar contundencia en este asunto.
En momentos en los que se habla de diferentes formas de trabajar para buscar la motivación de los trabajadores, como el teletrabajo (o al menos una flexibilidad al respecto) o la jornada laboral de cuatro días, en las grandes consultoras encontramos jornadas de 12 horas diarias y muchas veces 6 días a la semana. Las cuatro empresas consultoras más grandes del mundo se mantienen en los hábitos del presentismo laboral y la alta presión.
Un mercado que promueve el low cost
Dice Luis que no solo es culpa de estas empresas, sino que el mercado lo promueve así y que entre los trabajadores no reina la solidaridad, sino la competición. Lo que Luis llama “la cultura del trabajo de España”. Estas Big Four trabajan para clientes y “los clientes tienen de ser muy agresivos en las compras de los proyectos”. Mientras, hay cuatro empresas “dispuestas a matarse por vender proyectos”. Aunque eso suponga venderlos a bajos precios, a costa de luego obligar a los trabajadores a echar muchas horas.
El entrevistado tiene un gran conocimiento del mercado tras casi una década en él (nos ha dado pruebas de ello) y pudo ser testigo de cómo su jefe vendió un proyecto a un cliente bancario por 280.000 euros cuando el precio original de ese proyecto podría ser perfectamente de más del doble (600.000 euros, calcula él). Para luego hacer frente a esa cifra, los trabajadores necesitan echar muchas más horas al día y a la semana.
Lo común es que un banco muestre el proyecto que necesita a estas cuatro empresas. Prefieren subcontratar muchos servicios porque dice Luis que les resulta más barato así. Y acaba escogiendo al que se lo ofrezca más barato y eso “va a costa del trabajo de las personas que están empleadas”. Es decir, los salarios no se les suben fácilmente, pero sí las horas de jornada laboral para hacer frente a estas promesas.
Competitividad salvaje entre trabajadores
En un entorno así, mientras que otros sectores están buscando cómo atraer el talento con nuevas fórmulas, en las Big Four tienen una carta bajo la manga para mantener un sistema laboral agotador pero, con todo ello, seguir atrayendo talento: trabajar en una de estas empresas pueda abrirte muchas puertas a posteriori (o altos salarios si logras ascender, algo que según Luis no es fácil de conseguir, pero sí una posibilidad).
El que era empleado de KPMG cuando Genbeta lo entrevistó contaba que una jornada laboral puede ascender a 80 horas semanales. Y se da por hecho desde que entras en la plantilla que esas horas no se van a pagar. “Como preguntes por las horas extras, vas a estar mal visto”, dice Luis, que añade que en este sector “hablar de derechos laborales no está de moda”.
En el caso de Luis, sí logró una amplia subida salarial tras muchos años en la empresa. Fue cuando otra de las Big Four le ofreció una oportunidad laboral. Pero él afirma que su rendimiento siempre fue muy bueno, aunque no querían darle el valor que tenía.
Ya hemos visto en otros estudio que, si quieres que te paguen más, tienes que cambiar de empresa, en una gran torpeza de las empresas por no retener su talento. En el caso de Luis, fue la idea de llegar a perderlo por el que su empresa se puso las pilas y le subió el salario mensual.
Dentro de KPMG los trabajadores reciben calificaciones sobre cinco en unas evaluaciones que tienen pero explica el trabajador que es muy difícil que te pongan esa nota. Todo esto causa una “guerra interna” y es que muchos dicen que para que te pongan mejor nota y te suban el sueldo es más eficiente tener buena relación con los jefes que hacer bien el trabajo. Eso “va enturbiando el ambiente laboral”, afirma.
Una nueva generación menos dispuesta a la explotación
De todos modos, la gente joven puede llegar a cambiar este panorama. Dice Luis que “ahora la cosa está cambiando bastante porque la gente joven tiene otros pensamientos, otra forma de ver la vida y no, no están tan dispuestos a trabajar tantas horas”. Ya hemos visto que la Generación Z ha comenzado en el mundo laboral poniendo en jaque muchas de las prácticas empresariales de siempre.
Por esa parte, está bien porque pueden traer cambios al sector pero a los que llevan años dejándose 12 horas diarias en las oficinas, les resulta incluso molesta esta reacción.
“Hay un poco conflicto de intereses porque está la gente que que llevamos más años y está acostumbrada a trabajar muchas horas y que saben que hay que meter muchas horas para que se abran los proyectos y está la gente más joven, los Juniors, que no están dispuestos a hacer tanto ese sobreesfuerzo”
Y, al final, para sacar los proyectos adelante, los trabajadores más longevos acaban echando más horas. “Tú estás en todo tu derecho de no trabajar 1000 horas, pues si no las trabajas tú, alguien las tiene que hacer” y ve que los junior trabajan las horas “justas”.
Reconoce Luis que los chavales jóvenes tienen razón y “es lo que hay que hacer”, pero , “si no lo hacemos todos, unos acaban trabajando muchas horas de más“. Y añade que “tienen el concepto de ocio mucho más desarrollado que que nosotros y ya no te digo que nuestros padres”. Las Big Four no son las únicas. Ya hemos visto que hay jefes que prefieren profesionales veteranos, porque “trabajan más duro” que la ‘Generación Z’.
¿Por qué decidiste escribirnos? Le hemos preguntado. “Bueno, porque al final, si no se hablan de estas cosas, si no se pone sobre la mesa esta realidad, nunca vamos a salir del bucle“, afirma el trabajador que quiere darle visibilidad a las condiciones laborales de cuatro de las principales empresas presentes en nuestro país.
Desde Genbeta, hemos contactado con KPMG para conocer su versión sobre las jornadas laborales de sus empleados, pero no hemos recibido respuesta. Actualizaremos el contenido en caso de respuesta.
Imagen | Flickr (Luis Hueso San Juan)
En Genbeta | Hay una web española que te ayuda a conocer tus derechos laborales dentro de tu empresa … y que está triunfando
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La noticia “Hablar de derechos laborales no está de moda”: un trabajador de las Big Four describe las largas jornadas y cómo puede cambiar fue publicada originalmente en Genbeta por Bárbara Bécares .
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