Algo tendrán los anillos inteligentes para conquistar a figuras como el deportista Shaquille O’Neal, el príncipe Harry de Inglaterra o el fundador de Google, Larry Page. Ellos optaron por Oura, un accesorio con años de trayectoria. Ahora Samsung saca pecho y quiere hacer competencia con su primer anillo inteligente: el Galaxy Ring. EL PAÍS ha probado durante unos días esta joya, que además de monitorizar todo tipo de constantes vitales, destaca frente a múltiples relojes inteligentes porque casi alcanza la semana de autonomía. Aunque es un anillo que cumple y con un gran potencial, solo está disponible para usuarios con un móvil Android y aún tiene margen de mejora. Estos son sus pros y sus contras.
El dispositivo ofrece un seguimiento preciso de la actividad física y un monitoreo detallado del sueño, pero es caro y solo compatible con Android
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